La vida no es solo tiempo, sino el espacio que habitas. Siempre se habla de que el tiempo es lo más preciado que tenemos en nuestra vida. Pero el tiempo no es nada si no tienes un lugar donde pasarlo. Tu espacio es tan importante como tu tiempo.
Todo el mundo tiene derecho a sentirse “como en casa” en su propia casa. Parte de la base de la felicidad consiste en eso. Y esto es aplicable para todos, pero especialmente para los niños.
No existe el diseño interior perfecto, pero sí el ideal para cada uno. Solo es cuestión buscarlo con la ayuda adecuada. Siguiendo las pautas correctas aparecerá por sí solo, sin forzarlo, sin quererlo, como por arte de magia, como ocurre la mayoría de las cosas buenas en la vida.
El diseño de interiores es un arte y como tal requiere dedicación, pasión, inspiración, reflexión, repetición, dedicación, pasión, inspiración….
Si quieres conocer a una persona, un minuto en su casa te dirá más que un año de conversaciones con ella. Vivimos como somos y somos como son nuestros espacios y nuestros semejantes. Somos mitad genética y mitad entorno. No podemos cambiar nuestra genética, pero sí podemos cambiar lo que nos rodea; esto nos empodera, nos da la oportunidad de ser como queremos ser.
Diseñamos nuestra casa cada vez que movemos un objeto de sitio, aunque no sepamos de diseño. Cada vez que decidimos que queremos un objeto en un sitio determinado estamos decidiendo cómo queremos que sea nuestro espacio y eso en esencia es ejercer el diseño de interiores en toda su dimensión.
El diseño interior no sirve de nada si no se entiende. De nada sirven las sofisticadas tendencias de posicionamiento de objetos según las más antiguas costumbres orientales si no entendemos cómo puede ayudarnos en nuestra vida diaria. Tenemos obligación de encargarnos de nuestro entorno y tenemos derecho a entender cómo se puede obtener el mejor diseño.
Se puede hacer un gran diseño interior a veces sin soluciones sofisticadas. Muchas veces solo es cuestión de mover lo que ya tenemos, un cambio de color, un pequeño detalle aquí, un matiz allá. El arte del diseño interior a veces puede ser muy sutil y efectivo a la vez. No siempre es cuestión de un cambio radical.
El diseño interior no tiene por qué se caro. En general, cuanto más sabes lo que quieres en proporción necesitarás de menos dinero para completar tu proyecto.
Vamos hacia un mundo en el que pasamos más tiempo en nuestras casas, por lo que hoy en día el diseño interior es más importante que nunca.
